LOS MOVIMIENTOS SOCIALES
Los movimientos sociales se
pueden definir como actores políticos de carácter movilizador que transmiten un
discurso transversal, que intenta identificar a las personas e invitarlas a que
participen. Su objetivo es obtener un cambio a través de la realización de
acciones de manera continua, a través de la integración simbólica de los
miembros y sin la existencia de la jerarquización de los roles, esto quiere
decir que si bien hay un líder que organice las actividades y disponga los recursos
que se utilizarán, ésta persona no tiene más poder que las otras ni es más
importante para la organización. Hay que tener en cuenta, que deben recorrer un
largo camino y superar muchos retos antes de convertirse en impulsores del
cambio. Estos acores colectivos se caracterizan por tener una estructuración variable
e informal y por disponer, principalmente, de relatos que comprueben su
discurso y miembros comprometidos y dispuestos a trabajar. A partir de lo dicho
podemos establecer que todos los movimientos sociales comparten:
- Una estabilidad organizativa.
- Objetivos, ideas e intereses entre sus miembros.
- Una línea de acción coordinada y organizada.
- Voluntad de intervenir en la política incidiendo en la gestión de un conflicto social
Los movimientos sociales son también
agentes de influencia y de persuasión que desafían aspectos de la realidad,
incidiendo en todos los ámbitos de la política:
- Ámbito simbólico: pretende crear nuevos registros culturales, explicaciones y prescripciones de cómo determinados conflictos son expresados socialmente.
- Ámbito interactivo: incide en el conflicto social y pretende cambiar la correlación de fuerzas existentes en un momento determinado de conflicto.
- Ámbito institucional: incide en espacios que regulan y canalizan las conductas de los actores a través de acciones no convencionales.
- Ámbito sustantivo: porque es un instrumento que modifica la realidad.
Normalmente se estudia a los
movimientos sociales a partir de: el análisis de su contexto, ya que es
importante ubicarlos en un ámbito sistemático, observar qué posición tienen
respecto el resto de los actores y ver cuál es su desarrollo; la forma particular
de organizarse, actuar y comunicar, es decir, estos actores políticos, qué tipo
de acción colectiva generan, cómo se organizan y qué simbología crean; el
impacto que generan al actuar.
La estructura de oportunidades políticas
La EOP significa las dimensiones
del entorno político que fomentan o desincentivan la acción colectiva entre la
gente. A su vez, pone énfasis en los “recursos exteriores” que reducen los
costes de la acción colectiva, descubren aliados potenciales y muestran en qué
son vulnerables las autoridades. Estos recursos suelen aparecer cuando se
genera la posibilidad de:
- Acceder a las élites gubernamentales, con la voluntad de obtener una posición ventajosa y el apoyo de ciertos movimientos sociales.
- Disponer de aliados influyente, como el poder Judicial, la Iglesia, determinados miembros del mundo cultural o de élites económicas.
- Conectarse con el “tiempo mundial”, es decir, la coincidencia de determinada movilización con una coyuntura internacional favorable.
Según esta
perspectiva, los cambios en la EOP suponen siempre la generación de
oportunidades, que ofrecen incentivos para la acción colectiva que proponen los
movimientos sociales. En esta dirección, cabe tener en cuenta la cita de Gamson
“las oportunidades políticas abren el camino para la acción política, pero los
movimientos sociales también crean oportunidades para ésta”. Sin embargo, también
existen aspectos estables de la EOP que condicionan la formación y la
estrategia de los movimientos sociales. Esos aspectos “estables” son: la fuerza
del Estado, la organización y distribución territorial del poder y la disposición
al uso de la violencia y la represión. En cuanto al Estado, hay varias
diferencias y su influencia varía según su forma de actuar frente a lo que pasa. Existen Estados fuertes y
débiles, centralizados y compuestos, que inducen a la aparición de movimientos
descentralizados y más susceptibles a la negociación; y por último, Estados más
permisivos que otros en cuanto al uso de la violencia y la represión.
Los
movimientos sociales pueden ser analizados según la forma en que intervienen en
la política. La acción colectiva forma parte de la cultura pública donde cada
grupo tiene una historia y un “repertorio de confrontación”. Gracias a la difusión
de la información a través de los medios de comunicación, se empezaron a
difundir rutinas de acción colectiva, que ayudaron a los movimientos sociales a
aglutinar grupos grandes y dispares, y que hicieron que hoy en día, lo existan
los incentivos selectivos sino que cualquiera que se comprometa puede trabajar
en la acción colectiva. Porque, es el trabajo en equipo quien estimula la movilización
y el apoyo de la gente. En términos generales la acción colectiva se emplea
para:
- Comunicar y transmitir las exigencias y demandas de los movimientos sociales.
- Generar solidaridad e identidad entre los miembros para vincular a los líderes con sus seguidores.
- Convencer a los participantes que son más fuertes y generan simbolismo e identidad.
- Desafiar a sus adversarios y generar incertidumbre.
Los movimientos sociales utilizan
como estrategia las acciones convencionales como huelgas, cartas a medios de comunicación
y manifestaciones. Estas estrategias van cambiando con el tiempo, así existen
formas nuevas de acción, ya que van incorporando innovaciones que funcionan y
rechazando las que no. Así, con el paso del tiempo la formas originalmente
disruptivas se pueden volver convencionales. Pero, lo más importante es que
puedan enfrentar los desafíos, que son:
- Diseñar acciones de protesta eficaces que atraigan la atención de los medios.
- Tratar de que los medios no oculten o distorsionen sus objetivos.
- Generar simpatía e involucrar en esas acciones el mayor número posible de personas.
Desde este punto de vista se tiene en cuenta cómo los
movimientos sociales inciden en la acción colectiva, cuál es su estructura
organizativa y su potencial dentro de la sociedad. Se plantea que, la forma en
que se organiza es la que determina el curso, el contenido y los resultados de
las acciones, ya que, a partir de la forma de administrar las tareas derivan la
capacidad de obtener recursos, la legitimidad (el reconocimiento) que adquiere
a los ojos de la sociedad, también puede ayudar o dificultar la articulación de
relaciones con otros y otras instituciones. También hay que tener en cuenta a
los “canales colectivos”, es decir, la estructura de movilización que le
permite a la gente implicarse a la acción colectiva.
Los relatos
Otra línea de análisis se centra en cómo producen y
extienden discursos y significados. Se les atribuye la capacidad de crear “cosmovisiones”
compartidas entre los miembros , actúan como “marcos cognitivos” a través de
los cuales se perciben las oportunidades, generando metáforas y representaciones
simbólicas que se utilizan para representar conductas y eventos.
Las injusticias sociales y los conflictos son el inicio de
la movilización social, y los recursos económicos, organizativos y las
características del contexto son los aspectos que influyen en su evolución.
Adicionalmente, tiene que existir una conciencia de las situaciones que se van
a afrontar y un discurso social que justifique y anime a la acción colectiva.
Para eso, se recurre a la ideología que dignifica el descontento, identifica a
los opositores, encuentra símbolos capaces de movilizar a la gente y, sobre
todo, es la base teórica sobre la cual se asientan las actividades que se
realizan. Todos los movimientos sociales tienen la difícil tarea de incidir
sobre tres aspectos fundamentales:
- Definir condiciones sociales como injustas y problemáticas.
- Construir una identidad, un sentido de pertenencia entre los miembros que los haga distinguirse de otros grupos.
- Convencer a los miembros y gente que los sigue y apoya que asuman que sus acciones, por más mínimas que parezcan, pueden ser eficaces para conseguir los objetivos propuestos.
El impacto de los movimientos sociales
Lo más importantes de la acción de
los movimientos sociales como actores políticos es el impacto en el cambio
social que generan, es decir, si luego de trabajar continuamente, logran su
objetivo. Es muy difícil demostrar la cantidad y calidad del cambio que han
provocado, y en consecuencia, poder relacionarlo e identificar las
características particulares de los movimientos. Esto se debe a que todavía no
se ha construido una teoría sobre el éxito de los movimientos, sobre cuál es el
rendimiento máximo que se puede lograr y cuál sería la situación ideal. Sin
embargo, hay algo que sí está establecido y bien estudiado, y es el impacto en
los cuatro ámbitos en que se puede direccionar la actividad política:
- Simbólico: con cambios en los valores, opiniones, actitudes, conductas y la formación de nuevas identidades colectivas.
- Interactivo: porque puede involucrar a nuevos actores políticos o generar cambios en la estructura de representación política ya existente.
- Institucional: habilitando nuevos procedimientos administrativos y mecanismos de negociación con las autoridades, para que su participación no sea tan conflictiva.
- Sustantivo: empujando al cambio de ciertas políticas gubernamentales en marcha, obteniendo derechos individuales, civiles y sociales.
Los movimientos sociales son
actores políticos colectivos creadores de significados con el objetivo de
desafiar los discursos sociales dominantes y exponer una forma de alternativa
de definir e interpretar la realidad. De esta manera, tratan de formar a los
individuos con las creencias necesarias para el cuestionamiento de determinadas
situaciones y para su movilización. Si
bien muchas veces pueden generar enfrentamientos con los sectores dominantes,
lo único que buscan es generar un beneficio para toda la sociedad o por lo
menos para un grupo numeroso de personas que tienen los mismos ideales e
intenta modificar el mismo aspecto de la realidad. Sus deseos van mucho más
allá de generar un simple conflicto que termine de mala manera porque no se
llegaría a ningún lado. Los movimientos sociales intentan formar a sus
seguidores para que los apoyen y colaboren, pero también para que puedan ser ciudadanos
activos y sepan cómo defenderse frente a situaciones desfavorables o
incorrectas para cada persona.
EJEMPLO EN ARGENTINA
Movimiento campesino de Córdoba:su objetivo es reivindicar la producción rural y la vida campesina, garantizar el acceso a los recursos, la salud, la educación y el derecho a la tierra; lucha por condiciones más justas y equitativas de trabajo, y asegurar una mejor distribución de la ganancia.
El Movimiento está formado por 600 familias rurales aproximadamente, agrupadas de acuerdo a su ubicación dentro de la provincia. Están los compañeros campesinos en las comunidades y también hay compañeros técnicos, estudiantes y profesionales que trabajan en diversos escenarios; no hay jerarquías y todos trabajan horizontalmente.
Para más información acerca de este movimiento ingresar a:
Movimiento campesino de Córdoba:su objetivo es reivindicar la producción rural y la vida campesina, garantizar el acceso a los recursos, la salud, la educación y el derecho a la tierra; lucha por condiciones más justas y equitativas de trabajo, y asegurar una mejor distribución de la ganancia.
El Movimiento está formado por 600 familias rurales aproximadamente, agrupadas de acuerdo a su ubicación dentro de la provincia. Están los compañeros campesinos en las comunidades y también hay compañeros técnicos, estudiantes y profesionales que trabajan en diversos escenarios; no hay jerarquías y todos trabajan horizontalmente.
Para más información acerca de este movimiento ingresar a:
http://latitudbarrilete.blogspot.com.ar/2006/09/movimiento-campesino-de-crdoba.html